Volkswagen Sedán del año 1959, color Azul Ártico
Historia y cultura

Un Vocho con mucha historia

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Mucha vida después de dos generaciones

Todos conocemos la historia de Vocho y del gran amor que los mexicanos le tenemos a este modelo de Volkswagen. De entre las muchas historias que nos han compartido, nos encontramos una en particular que nos conmueve por todo el camino que ha recorrido este auto y su familia.

Todo comenzó con un Volkswagen Sedán modelo 1959 tipo 113, color azul ártico, fabricado en Alemania y traído en barco a México. El 29 de febrero de 1960, este Vocho viajero fue adquirido en la Ciudad de México por una pareja de recién casados integrada por Enrique y María Luisa, así como Enrique Jr. de 3 meses de nacido.

Ellos vivían en Sonora, pero se encontraban visitando la capital del país para presentarle al resto de la familia al pequeño Enrique. Aprovecharon para comprar este Vocho porque Enrique había leído en revistas como "Popular Mechanics", todo lo que este modelo de Volkswagen podía ofrecer: rendimiento de gasolina, espacio y potencia, todo en una singular forma, tan diferente de los autos norteamericanos de la época. 

Volkswagen Vocho, auto clásico estacionado

Enrique estaba tan emocionado con su auto que lo estuvo presumiendo con sus amigos. Volkswagen era una marca relativamente nueva en México así que fue la sensación. Este Vocho tendría que pasar una prueba importante: hacer el viaje de regreso a Ciudad Obregón, un viaje de cerca de 1,700 km.

El Vocho logró superar la prueba sin problemas. Gracias al rendimiento y potencia del motor, disfrutaron del largo viaje en carretera. A la familia le llamó la atención que durante el trayecto se encontraron con algunos autos americanos a la orilla del camino, ya que les hacía falta gasolina o agua. Así que, al llegar a Ciudad Obregón, Enrique estaba enamorado de su Vocho y hasta convencieron a los vecinos de comprarse su propia unidad.

Ya que la familia creció y el jefe de familia obtuvo un nuevo trabajo, subieron sus maletas al incansable Vocho y partieron para Ciudad de México. En la capital, el auto siguió demostrando su potencia al llevar a los 4 hijos a la escuela, mientras Enrique atravesaba la ciudad para ir al trabajo, así como en los viajes familiares los fines de semana.

El mantenimiento del Vocho lo hacía Enrique, incluso algunas modificaciones para mantenerlo más moderno. Con los niños creciendo, el Vocho comenzó a ser más solicitado para ir a la escuela o reuniones. Sin embargo, el sedán quedó en manos de Arturo, el menor de la familia quien lo llevó a sus clases en la UNAM, fiestas, con sus amigos y hasta su primer trabajo. 

Volkswagen Type1, el auto clasico de la marca Alemana

El Vocho ahora acompañaba a Arturo a visitar clientes y también fue un invitado especial en su boda, llevando todas las pertenencias de la nueva familia a su departamento. Pero pasó algo que separó a Arturo de su Vocho: fue robado.

Tuvieron que pasar 4 años para que Arturo encontrara de nuevo al Vocho. Afuera de un taller mecánico en la zona de Iztapalapa estaba el Vocho, descuidado, pero todavía en buen estado. Con la ayuda de dos policías judiciales, y un juicio de varios meses para probar su propiedad, Arturo pudo recuperar al Vocho de la familia.

Aunque los dueños originales ya no están presentes, Arturo sigue conservando a su Vocho con la intención de restaurarlo y volver a viajar en él.

Gracias al Vocho fue que varias familias mexicanas se enamoraron de la tecnología de Volkswagen y, a partir de él, nuevos modelos fueron llegando para consolidarse en la preferencia de los conductores. ¿Tienes alguna historia con alguno de nuestros modelos que quieras compartir? Mándanos un mensaje en redes sociales y déjanos conocerla.